En el día mundial del corazón me encontraba de casualidad realizando este encargo.
Y es que, un día Adriana contactó conmigo y me pidió que le diseñara este tatuaje tan especial y con tanto significado para ella. Recuerdo de un momento difícil que afrontó como una gran luchadora.
En el video del proceso pudes ver la primera propuesta que le hice y cómo con algunos cambios que ella me pidió, llegamos a algo que le encantara.
Como ella se considera 100% rural, apostamos por sus flores favoritas del campo. La flor de almendro y la lavanda, que aportan un toque rústico y romántico.
Cuando miro esta ilustración no puedo evitar sentir que detrás de ella se esconde una historia.
La batalla de un corazón que ha luchado y ha ganado. Sus cicatrices quedarán como recuerdo. Y mientras vayan sanando, a su alrededor nuevos halos de vida irán brotando. El latido de la esperanza.